El ejercicio de la redacción
requiere de escrutinio y formatos específicos; por norma general tienen como
propósito: precisión y claridad, la simplicidad en la lectura es un elemento
sumamente valorado ya que esto da pauta a que se termine de leer un texto por
completo. Escribir es una actividad compleja cuyas habilidades se van
desarrollando con el tiempo.
Dentro del amplio campo que
atañe a la escritura, se encuentran la redacción de documentos de negocios, su
estructura versa sobre esquemas lineales, omite toda ambigüedad y tienen por
objeto comunicar a un destinatario aspectos concernientes a las empresas. Aquí
la precisión es una exigencia vital, su metodología implica el dominio de
formulismos para cumplir con objetivos concretos.
Son cuantiosos los documentos de
negocios existentes en las corporaciones, su listado competería a un
escrito a parte, no obstante aquí algunos ejemplos: discursos, informes,
fichas de trabajo, solicitudes, campañas, minutas, acuerdos, fax, cartas
a diversos destinatarios, propuestas, contratos, manuales, etc.
A continuación 5 consejos
elementales para la redacción de textos empresariales:
1. Conocer el tipo de documento
que se solicita. El
empleador suele asumir que el trabajador conoce de qué trata cada tipo de
archivo y cómo se redacta; la redacción de textos profesionales se aprende
desde la formación académica, sin embargo se puede olvidar por el desuso. Para
recordarlo es necesario primero buscar la definición, un formato adecuado y
finalmente ceñirse al estilo demandado.
2. Conocer la estructura de cada
institución. En
textos de negocios, la mayoría de las veces no es permisible la innovación, hay
que apegarse a los formatos, colocar los sellos institucionales donde deben ir,
incluso si se duda al respecto de su forma, es necesario consultarlo antes de
actuar unilateralmente. Es válido hacer sugerencias pero no hay que perder la
vista que cada empresa tiene una inercia de trabajo que hay que respetar.
3. Dominio absoluto del procesador
de textos. Es
necesario estar capacitado acerca de las múltiples opciones que ofrecen los
programas de escritura, su diseño está hecho para simplificar su uso, sin
embargo su desconocimiento propicia que tengamos errores elementales en la hora
de redactar y darle una forma específica; hay foros donde es posible resolver
dudas, además de la utilización del ícono de ayuda de nuestro propio
procesador.
4. Originalidad. Apelar a la creatividad en un texto de
negocios es una tarea intrincada, sin embargo el lector lo agradecerá; el
empleo de formulismos no es algo pasado de moda sino es un elemento que le dará
carácter y formalidad a nuestro escrito.
5. Relee y corrige. El tiempo en ocasiones es un enemigo en las
corporaciones, no obstante hay que darse un tiempo para hacer una lectura en
voz alta de nuestro escrito y solicitar a otros que lo lean, de este modo si
hay errores en la redacción, confusión en los tiempos verbales o errores de
sintaxis, fácilmente se podrán corregir. Es mejor entregar un documento bien
hecho con demora, que uno incorrecto enseguida.
Escribir correctamente es un
ejercicio que sirve para toda la vida, no hay que desestimar eventualmente la
posibilidad de incursionar en un taller de lectura y redacción,
independientemente de la carrera que se haya estudiado, lo aprendido sumará en
pos de nuestro proceso formativo.