lunes, 3 de diciembre de 2018

4 CONSEJOS PARA DISFRUTAR LAS VACACIONES


Las vacaciones son consideradas como un escape, una oportunidad para alejarse de las responsabilidades y obligaciones laborales, al igual que los horarios de oficina. Sin embargo, el propósito de estas es que los trabajadores liberen sus tensiones y vuelvan al trabajo siendo mucho más productivo. También, es importante que asuma las vacaciones como una ocasión de usar el tiempo como usted quiera y a la vez crecer personalmente.
Sigue estos consejos de finanzaspersonales.com y aprende cómo disfrutar las vacaciones.
Priorice la relajación
Uno de los aspectos de las vacaciones que mejor reponen a los empleados es la relajación, sin embargo muy pocas personas buscan espacio para relajarse a la hora de planear sus actividades. Las obligaciones familiares, como también las relacionadas con el mantenimiento del hogar, interrumpen los momentos para encontrar tranquilidad, al final el tiempo para dedicarse a sí mismo en vacaciones termina siendo corto.
El concepto de relajación no siempre implica actividades pasivas, hacer deportes y actividades físicas puede resultar un alivio efectivo contra las preocupaciones de las que nos queremos alejar. Si es su caso, aproveche su tiempo libre para retomar un deporte que lo divierta, puede ser muy reconfortante recuperarse.
También es recomendable que dedique días para usted, esto implica no comprometerse con otras personas, ni cumplir ninguna obligación. Puede salir a caminar por un sitio que le traiga recuerdos o hacer algo que considere desestresante.
Mejore alguna habilidad
Si de verdad quiere rejuvenecer en sus semanas fuera de la oficina, lo mejor que puede hacer es retomar un viejo hobbie o iniciar una actividad en la que usted quiera volverse bueno. Las experiencias que implican aprendizaje y explorar límites son muy enriquecedoras, estas pueden ser desde estudiar un nuevo idioma hasta armar un rompecabezas.
Practicar una actividad en la que no es bueno puede ser una opción, ya que esto implica un reto y lo favorece volviéndolo perseverante. Por ejemplo, mejorar su destreza dibujando o estudiar estrategias de ajedrez para ganarle a su familiar que siempre le gana, son buenas alternativas.
Al poner a prueba sus competencias, su creatividad y capacidad de resolver problemas sin duda aumentará. De esta forma volverá al trabajo mostrando mejor desempeño en sus actividades laborales.
Desconéctese de sus dispositivos
A la hora de empacar su maleta, tómese unos minutos para pensar si necesita empacar sus dispositivos electrónicos, si realmente requiere usar su computador llévelo, pero si es solo una distracción innecesaria entonces déjelo. Sin sus dispositivos cerca, le será más fácil concentrarse en el mundo real, en el paisaje, en el anochecer o la brisa.
También puede cambiar la manera como usa los dispositivos. Por ejemplo si quiere tomar fotos con su celular, también puede desactivar su email para no recibir notificaciones laborales. Si se considera adicto a sus redes sociales y no puede dejar de consultarlas, entonces programe dos momentos al día para consultar sus mensajes
Salga de la ciudad y comparta con personas
Según Forbes, hay estudios que prueban que el contacto con la naturaleza, especialmente paisajes verdes y agua, mejoran su estado de ánimo. Si su presupuesto no le permite salir de la ciudad, caminatas por los parques le pueden ayudar a sentirse mejor físicamente y mentalmente. También es bueno que retome contacto con viejos amigos, compartir agradables charlas con gente que no ve hace años puede motivarlo.
Lo que no debe hacer en vacaciones
Pensar en aspectos negativos de su trabajo durante vacaciones lo puede desgastar, no piense que faltan pocos días para volver al trabajo, o que el tiempo se le pasa muy rápido, concéntrese en el presente, disfrute cada momento.
Tampoco piense en preocupaciones no laborales como problemas familiares, o incluso cosas simples como que debe reparar la tubería antes de que acabe el mes. Lo mejor es evadir cada situación e idea que pueda resultar en frustración, ira o incomodidad. Si por ejemplo le incomoda el tráfico, no planee sus viajes en horas de alta congestión. No olvide que las preocupaciones solo afectan su disfrute y pueden perjudicar su rendimiento al volver.

http://www.vidaprofesional.com.ve/blog/4-consejos-para-disfrutar-las-vacaciones.aspx

jueves, 1 de noviembre de 2018

10 PASOS PARA PERDER EL MIEDO A HABLAR OTRO IDIOMA


Hay algunos valientes que se lanzan a conversar en otro idioma con un vocabulario muy reducido, sirviéndose de su confianza y un adecuado uso de los gestos. Sin embargo, a casi todo el mundo le dan bastante miedo esas primeras interacciones.
Si estás en el segundo grupo, ¡que no cunda el pánico! Hay una serie trucos para controlar y superar los nervios a la hora de hablar otro idioma:
Entiende tu miedo
¿De qué tienes miedo exactamente? La ansiedad ante la idea de hablar un idioma extranjero suele reducirse al temor a fracasar o a ser juzgado negativamente.



Si alguna vez has pronunciado palabras extrañas o incomprensibles durante una entrevista, probablemente se deba a ese miedo a los juicios y al fracaso. La ansiedad disminuye la capacidad del cerebro para llevar a cabo sus funciones habituales con normalidad, como, por ejemplo, procesar el lenguaje a tiempo real. Si a esto le añadimos la dificultad de utilizar un vocabulario y una gramática extranjeras, es fácil quedarse bloqueado.
Para relajarte, recuerda qué piensas tú cuando un extranjero se esfuerza en hablar tu idioma. Muy probablemente, no juzgues su nivel.
Averigua qué es lo que más te cuesta
Cuando no se acostumbra conversar en un idioma extranjero a menudo, el cerebro necesita tiempo para procesar las palabras que escucha, traducirlas, pensar una respuesta y expresarla. Esto requiere de bastante más esfuerzo que hablar en tu idioma nativo.
¿Qué te cuesta más: expresarte o entender lo que te responden? Normalmente, es más difícil lo segundo, que afecta a lo primero. Hay mucho que se puede hacer para mejorar la comprensión oral, lo cual aumentará drásticamente tus capacidades de expresión oral.
Entrena la comprensión oral
Si llevas poco tiempo estudiando un idioma, obviamente no vas a entender todo lo que te digan. De hecho, tal vez no entiendas casi nada. Ver y escuchar contenidos audiovisuales extranjeros resulta muy útil a la hora de entrenar la comprensión oral y, por lo tanto, ayuda a mejorar la expresión. Aunque se puede ampliar el vocabulario y perfeccionar la pronunciación haciendo ejercicios de escucha, no se pueden comparar con la conversación “real”.

Hay que tener en cuenta que, aunque uno esté muy acostumbrado a consumir contenidos audiovisuales en el idioma que se está estudiando, el cerebro trabaja mucho más durante una conversación, ya que no solo hay que comprender lo que se está diciendo, sino también procesarlo y formular una respuesta (o una manera de obtener información adicional).
No seas tan perfeccionista
Para llegar a dominar un idioma, hay que pasar por la fase en la que se chapurrea. Cuanto antes te lances a hablar, antes lo harás con fluidez.
Al principio, puede que te desanime un poco el cometer muchos errores, pero esto irá cambiando y, a largo plazo, merece la pena.
¡Sonríe!

La conversación empezará mucho mejor si rompes el hielo con una bonita sonrisa. Inténtalo, ¡no tienes nada que perder!
Ten tus conversaciones de una en una
Cuando se junta un grupo de hablantes nativos, la conversación tiende a acelerarse y a complicarse bastante. Las conversaciones con una sola persona son más fáciles; las clases particulares ofrecen esto, con la ventaja añadida de que se cuenta con el apoyo de un profesional.
Si quieres conversar con un extranjero, la clave está en no pensárselo demasiado. Déjate llevar… cuanto más te lo pienses, más te va a costar. Si viajas solo o estudias un idioma en inmersión, conversar con desconocidos a menudo lleva a experiencias que recordarás toda la vida.
Marca el ritmo de la conversación
Según la teoría de la acomodación comunicativa, si hablas despacio y con claridad, tu interlocutor tenderá a expresarse de la misma manera.
No intentes gustar a todo el mundo
Te encontrarás con personas más y menos pacientes, algunas que pongan más de su parte y otras a las que simplemente se les dé mejor o peor entender acentos extranjeros. No te desanimes: en este caso, es su problema, no el tuyo.
Habla sobre temas recurrentes
Muchas conversaciones se repiten en el día a día. Si vas de compras, pides comida en un restaurante o bebidas en un bar, verás que la mayoría de las interacciones siguen unas pautas fijas.
Si te falta seguridad en el idioma que estás aprendiendo, estas conversaciones son una buena manera de empezar a interactuar. Además, la gente tiende a ser más paciente cuando está intentando venderte algo.
Incluso fuera de estos encuentros tan predecibles, cuando los hablantes nativos se dan cuenta de que estás estudiando su idioma, suelen preguntar de dónde eres y por qué quieres aprenderlo. Estas conversaciones recurrentes te ayudarán a sentirte seguro para que puedas pasar a temas más complejos.
Estudia más idiomas
Una vez hayas conseguido dominar un idioma extranjero, no te dará tanto miedo la idea de aprender otro. Está claro que, al principio, se te hará un poco cuesta arriba que no te salgan las palabras… pero sabrás que sí se puede.