Una mayor participación
social, sobre todo aquella que nos estimula intelectualmente, nos aporta
beneficios cognitivos como el mantenimiento del rendimiento cognitivo o la
reducción del riesgo de padecer demencia en el futuro. Participar en grupos de
conversación para aprender un idioma puede ser una manera de aumentar nuestras
interacciones sociales, al mismo tiempo que ejercitamos nuestra mente
aprendiendo un nuevo idioma.
Como
ya mencionamos en un artículo anterior, una mayor interacción social en cualquiera de
las etapas de la vida contribuye a mejorar el funcionamiento cognitivo en
procesos como la atención, el razonamiento o el lenguaje. También se ha
evidenciado que la cantidad y la calidad de las relaciones sociales puede estar
asociada con la depresión. En un estudio publicado
en 2014 que se realizó en Suiza con más de 12.000 participantes, concluyeron
que la calidad y la frecuencia de las relaciones sociales se asocia
con la depresión clínica y los síntomas depresivos en un amplio espectro de la
edad adulta. Este estudio, además, amplía el trabajo previo que
une la soledad a la depresión, mostrando que una amplia variedad de relaciones
sociales, en distintos ámbitos, está asociada con el bienestar psicológico y
emocional.
¿Pero
cómo aumentar la interacción social y, además, estimularnos intelectualmente?
En
un artículo anterior hablábamos de los beneficios que tiene para el
cerebro y para el sistema cognitivo aprender un idioma. Concretamente, las
personas que comprenden y se expresan en más de un idioma muestran un
mejor control ejecutivo que aquellos que sólo conocen un idioma. Según
las investigaciones citadas en dicho artículo, la gestión de la atención a
varios idiomas durante la vida reorganiza redes especificas del cerebro,
creando una base más eficaz para el control ejecutivo y el mantenimiento de un mejor
desempeño cognitivo durante toda la vida.
Para obtener beneficios cognitivos en el
presente a través de las relaciones sociales, una de las características que
deben de cumplir las mismas es que impliquen la discusión de un tema en común e
interesante para los participantes. Así, si decidimos aprender un idioma
mediante clases o actividades donde se impulsen las relaciones sociales,
disfrutaremos de los beneficios cognitivos que aportan ambas disciplinas.
Las opciones que se muestran a continuación
permiten aprender un idioma y, a su vez, crear nuevas relaciones donde haya
puntos de interés en común.
·
Asistir a clases: Es la forma más común de comenzar a aprender un
idioma. En las clases se aprende la gramática, el vocabulario, la expresión y la
comprensión de dicho idioma. Las clases las imparte un profesor cualificado, y
se avanza a través de completar libros de ejercicios diversos. Las clases
pueden ser de grupos reducidos, menos de 4, o pueden ser grupos más grandes de
hasta 12 personas.
·
Grupos de conversación: En estas reuniones el ambiente es informal y la
única condición es que la tertulia debe de ser en el idioma que se quiere
aprender. Suele haber dos tipos de grupos. Uno en el que la conversación está
dirigida por un moderador que define temas de interés para que los
participantes practiquen; y otro donde los participantes charlan sobre los
temas que les interesan sin ningún tipo de mediación. Este tipo de actividades
son buenas para practicar el habla en dicho idioma y, también, la escucha y
comprensión.
·
1-1: También denominados intercambios de idiomas ya que
suelen ser encuentros con otra persona nativa del idioma que se quiere
aprender, y donde el intercambio es mutuo ya que cada uno desea aprender el
idioma del otro. Estas reuniones suelen ser de carácter informal, donde el
objetivo es conseguir hablar el idioma con fluidez. Además, se puede encontrar
a personas con hobbies similares a los nuestros para que la conversación sea
más amena e interesante.
·
Online: Existen diversas páginas web donde se puede aprender
un idioma desde nuestra casa. Además de los recursos más conocidos como
los diccionarios o las páginas de gramática, existen páginas web
que permiten practicar la conversación con otras personas que también desean
aprender un idioma o recibir clases de gramática, pronunciación, vocabulario,
etc.
Como podemos ver, existen muchas formas de
aprender un idioma que además nos permiten socializar y conocer nuevas personas
con las que podamos compartir intereses. Un
buen aliciente para que nos sintamos motivados a la hora de aprender un idioma
puede ser el interesarnos por la cultura y las tradiciones del país hablante o,
también organizar un viaje a dicho país para poner a prueba los conocimientos
que hemos adquirido.
Tomado de: https://cogniland.com/beneficios-aprender-un-idioma/